El desbalance del pH en nuestra boca puede generar daños importantes en las encías y la superficie del diente. La desmineralización del esmalte es una preocupación muy importante en la profesión odontológica.
Hoy en día estamos más conscientes de los cambios de pH y los efectos que ellos producen a los tejidos duros y blandos de la cavidad bucal.
Los cambios de pH oral son muy dañinos para la salud de nuestras encías y dientes por más que tengamos una buena higiene oral, deberíamos concientizar a nuestros pacientes de estos cambios y los efectos que ello produce.
El café, las bebidas carbonatadas, bebidas energéticas, deportivas, jugos de frutas o el vino pueden causar desmineralización de la superficie del esmalte aumentando el riesgo de caries y produciendo erosiones acidas en los dientes (llamadas lesiones no cariosas).
En nuestro cuerpo hay muchas reacciones químicas complejas (digestión, respiración) todos deben funcionar con un pH balanceado (El pH mide la acidez o alcalinidad de los fluidos y tejidos) estos valores van en una escala del 0 al 14 siendo el del cuerpo humano 7.0 aprox.
Un ejemplo de neutralidad es el agua 7, otros fluidos del cuerpo como saliva, sangre, orina miden entre 6.8 y 7.4 siendo alcalinos los mayores a 7 y ácidos los menores a 7. Tenemos que tener presente que el jugo gástrico es acido cerca de 1 por eso podemos encontrar erosiones en las piezas dentarias por trastornos alimenticios mal diagnosticados muchas veces como bruxismo.
Una boca con pH desequilibrado permite el desarrollo de microbios patógenos y como en ella tenemos microbios benéficos y oportunistas es muy importante mantener el equilibro para evitar la proliferación de los últimos.
La saliva juega un papel importante en el mantenimiento del pH en la cavidad bucal manteniendo una óptima salud oral ya que tiene un impacto directo sobre la flora bucal. Cuando hay suficiente saliva esta actúa manteniendo el pH evitando la desmineralización del esmalte, disuelve los azucares ingeridos, reduce la fermentación y acidificación de los microorganismos.
Cuando la saliva se ve disminuida no cumple su función, esta puede deberse a medicamentos o una enfermedad generando una falta de defensas de la cavidad oral, inflamación y resequedad de los tejidos blandos, infecciones bacterianas por hongos y virales.
Esta falta de saliva puede deberse a un mal funcionamiento de las glándulas salivales por enfermedades sistémicas, radiación, medicamentos de venta libre o recetados (antihistamínicos, antidepresivos, diuréticos y antihipertensivos).
Ahora bien, cuando hay desmineralización se presentan dos tipos de lesiones caries y erosión; la caries como sabemos es un proceso bacteriano mientras que la erosión es una reacción química.
Estos ácidos pueden ser de origen interno como bulimia o alteraciones gástricas y de origen externo exposición a alimentos, bebidas y medicamentos ácidos, beber vino con frecuencia o nadar en piscinas mal cloradas.
Los azúcares en bebidas gaseosas causan caries, pero para agravar la situación estas poseen además ácidos carbónicos que son los que producen la erosión y no solo se encuentran en las bebidas con azucares, sino que, están presentes en todas las bebidas gaseosas, así también encontramos ácido cítrico (vitamina C) y acido benzoico, o sea doble amenaza, ácido químico y bacteriano.
Es por ello que es importante mantener el pH balanceado en la cavidad oral para evitar cualquier tipo de lesiones siendo recomendable concurrir a nuestro odontólogo frecuentemente a controles para que nos advierta y aconseje.
Palabras claves:
- (BN) bulimia nerviosa
- (ERGE) enfermedad por reflujo gastroesofágico, Medicación, bebidas carbonatadas, energizantes, deportivas