A todos nos encanta el dulce, los chocolates y las golosinas, es muy importante que regulemos la cantidad que se consumen para evitar caries y demás problemas dentales.
El mejor programa para un fin de semana frío y lluvioso seguramente es ver una película o serie con pochoclos, una gaseosa y otros dulces. Lo ideal es consumirlos únicamente de vez en cuando y no habitualmente.
Actualmente cuando paso por colegios es muy habitual ver a niños comer este tipo de productos a diario, pocos pequeños se pueden ver con un tradicional bocadillo y ya no hablemos de los que tienen una pieza de fruta en sus manos. Asimismo, si no están con dulces tienen panificaciones de origen industrial (palmeras, croissants o rolls de chocolate) como almuerzo o merienda.
Tiempo atrás nuestros padres solo nos dejaban comer este tipo de comidas solo los fines de semana o en ocasiones especiales por eso es importante porque la caries se produce no por la cantidad consumida sino por la frecuencia con la que consumimos las golosinas y dulces basados en azúcar. Además tras consumirlos hay que realizar una higiene bucal especial para prevenir la caries, hay que lavarse los dientes y hacer un enjuague.
Además, las cantidades altas y/o exageradas de chocolate, dulce o golosinas ocasiona problemas bucales ya que las bacterias que se encuentran en la boca y la saliva los convierten en ácidos nocivos rápidamente peor aún si las golosinas son pegajosas o duras pueden producir daños en el esmalte de las piezas dentales. Cuando la caries penetra y es profunda puede ocasionar inflamaciones y dolor intenso.
Obesidad y sedentarismo
Pero no solo hay que evitar el consumo habitual de golosinas, dulces y chocolates por los problemas dentales sino por la salud general de nuestro cuerpo. El consumo continuado puede generar obesidad y subida de peso, ya que son altamente calóricos. Hay que recordar que el azúcar puede sustituirse y encontrarse en frutas. También hay que evitar la vida sedentaria, realizar ejercicio continuado.